12.12.14

Carta a muchos pasados.

Después de casi dos años sigo pensando en qué sería de mi vida si su mirada hubiese atravesando todo el patio para clavarse en mis sienes una última vez, sigo pensando en qué sería de mi existencia si me hubiese dejado un abrazo mas (empece a notar que la sensación de sus abrazos se empezó a perder), pienso en qué sería de mis células si hubiese escuchado las notas de su guitarra una vez mas. 
Yo le dije que entre nuestros dos cuerpos había demasiada mierda, incluyendo a la masa corporal, y me dijo que un par de letras mías le eran suficientes para saber que la mierda era parte de la vida. Y yo no sé. Nunca entendí muy bien nada de su ser, su alma o su mente; todo ese misterio que generaba su existencia me interesaba mas que entender la magnitud y el origen del universo (y soy mas que existencial). Jamás entendí cuales fueron sus verdaderas intenciones, ni para conmigo ni nada o nadie mas. Jamás quise aceptar que sus acciones eran aisladas; no soportaría la idea de que no era lo suficiente en su vida como para que no le importase lo que causaba en mi ser. Nunca pude anticiparme a ninguna de sus jugadas. Y mira que lo estudié, eh, pero no encontré, después de casi dos años, ninguna forma de evitar que sus palabras me dejen hematomas en la psiquis.
Me, as a soul, refuse to give up on your body.