17.3.14

No vuelvas.

Tu voz se reconoce a los lejos, y pelo mas fino que el tuyo ninguno, definición perfecta del castaño que comparte con tus pestañas, rara vez maquilladas pero nadie las arquea como vos. Techo de un único brillo que, irrepetible como el café en tus ojos propietarios y pantalla de una vida que no va a volver a pasar; ojos que no olvidan paisajes ni las veces que se cerraron en un abrazo, o recordando. Las frases, los silencios y las melodías nadie las va a escuchar igual, y nadie va a pasar los mismos minutos oliendo un té. El sentimiento, el verte abrir un libro... nadie mas los abre como vos.
Estas cosas y mil otras, como cuando miras cada centímetro de una pintura o un mural, como cerras las manos fuerte cuando una melodía te acaricia el alma, o cuando te personificas en un personaje porque no te encontraste a vos todavía. Como le tenés miedo a no serte suficiente, como te leés libros para combatir tu insomnio o lo mucho que disfrutás mentir. 
Irrepetible, como cada vez que levantaste la vista del suelo, me miraste y me sonreíste.
Y nadie te hizo sentir así.