9.3.13

Cafés congelados.

Pero no importa esperar por esa eternidad mágica. Al fin de cuentas nunca estuvimos acá, ¿no? Es estúpido esperar que se cumpla el 'para siempre' si hoy ya no es.
 Y ahora que pienso: ¿que va a ser de nosotros? De los 'esperame, por favor', de los abrazos, de los silencios que ruegan a gritos abrazos, de las discusiones, de la típica pelea de 'yo te amo más'.
¿Que será de todo lo que todavía no somos? Por eso no quiero renunciar ahora.

Y ahí murió el café. Se enfrió, como cada mañana. Los silencios son mágicos cuando él los interrumpe, pero hoy no son besos ¿Nuestro amor se va a enfriar también? Así, como nuestro café. Y tuve miedo de mirarlo a los ojos.