20.11.12

Escribo desde la culpa y no me sale otra cosa más que un PERDÓN. 
Me veo lejos, infeliz pero sé que era lo que tenía que hacer; iba a enfermarlo, a intoxicarle el alma. A él no, no podía. No pude. No puedo. Le conviene que no la hable, que no lo mire, que no lo quiera, que pretenda que mi vida es igual sin él. 
Ojalá pudiera pararme y decirle "Te necesito más que nunca pero no puedo hacerte esto. No quiero lastimarte ni preocuparte. No quiero, no puedo."
Me salvaste tantas veces; ahora me toca a mi y lo mejor que puedo hacer desde mi posición es dejarte en paz. No molestar. Te amo.