16.11.12

Estoy abrumada. No hay lugar ni tiempo para esa parte de mí. Me siento y vomito oraciones sin sentido, inservibles, casi como mi vida. Escribía con la soledad susurrandomé al oído que plasmar en el papel. Y ahora no. La gente me molesta, las masas de voces tapan el silencio de mi paz y no me dejan escuchar(me) los pensamientos.
 Escribía dolor, amor, pasión, felicidad. De eso se trata cuando escribo, de mi, de mis sentimientos y el papel pero ahora hay tanto que me rompe la cabeza y no me dejá sacar eso de adentro. Ya no hay nada en mi; ¿se fué esa chispa de inspiración? No, por favor. Sólo no hay lugar en mi espíritu para sentir: no puedo estar sola, no puedo estar triste. No puedo escribir ahora y me pierdo en un vacío que no sirve de nada.
El escritorio adelante. Me levantó y susurró Algún día una brisa te va a devolver a mi alma. Ese día no te voy a dejar ir. La besó y me voy. 

-Prometeme que vás a pensar en mi. Nunca me olvidés- 
Una lágrima en mi mejilla y admito -Me salvaste el alma-