31.3.15

Para vos son banalidades.

Qué fuerte me fue saber,
en ese punto,
que mi desesperación era mas grande que esa montaña
y yo mas diminuta que esa flor.
Saber,
después de tanto,
que el quilombo se traslada con el viajero
y que ahora sí
estaba muy lejos
(demasiado).