30.7.13

Verla ahí, admirarla
era rutina.
Clandestina
como su hermosura,
como su alma
castigada.

Y la veía callada.
Creo
que a veces lloraba.

La ví sonreir creo. Alguna vez. Su sonrisa era el premio por todo lo bueno que hacías en tu vida (creo que me refiero al karma)... tal vez por eso nunca me sonrio.

Pero no, 
ella loraba mucho.
No necesariamente lágrimas;
lloraba letras,
lloraba ayunos, atada a su cadena
perpetua.

Creo que a mi me gustaba ella. Yo la quería enamorar

Yo si la vi.
Vi su alma sola,
en sus jeans sueltos
y su risa rota.