10.9.12

Me hacé fuerte, me dá esperanzas pero yo a él lo debilitaba. No lo decía, pero sus ojos hablaban lo suficientemente claro. "Yo sé, amor, cuán difícil es ahora pero con el tiempo nos vamos a olvidar y seguiremos adelante"
Nos alejamos porque empezamos a necesitar, porque abrimos los ojos y vimos que no vivíamos el uno sin el otro. Me alejé, poniendo en juego mi paz, mi tranquilidad, mi vida. Lo hice, porque sabía que si seguía iba a lastimarlo y lo amo lo suficiente. Tanto que dejo mi felicidad sólo por preservar la suya.
Mis lágrimas. Siento sus abrazos reconfortantes, ahora, en la distancia. Ahora hay miradas; ojos rezando un  ¿Porque?, en vano, porque sabemos que fué lo mejor.
Pero él ahora vive. Ya no extraña, ya no necesita. Yo sí, para siempre.